A continuación se muestran los testimonios de pediatras de confianza que recomiendan Happy Cappy para el tratamiento de la dermatitis seborreica y la caspa.
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Felicidades por ampliar su línea de productos. Sus productos champú/gel de baño son los mejores en el mercado para tratar la dermatitis seborreica y de primera clase para dermatitis atópica. Espero con ansias este nuevo producto en su línea y dado su historial será excelente también. ¡Felicidades y sigue adelante!
¡A mis familias les encanta este producto!
Buen producto que proporciona resultados observables.
Recomiendo el champú y gel de baño con frecuencia.
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Gracias por los excelentes productos.
¡A los padres de mis pacientes les encantan los productos Happy Cappy!
Recomiendo la crema hidratante Happy Cappy del Dr. Eddie para niños con piel seca propensa al eczema.
¡Mis pacientes han quedado satisfechos con la eficacia del champú medicado!
¡Me encantan los productos!
¡Estupendos!
¡Ahora tenemos muchos pacientes que aman sus productos!
Las familias han brindado comentarios positivos sobre el champú a base de avena. ¡Gracias!
¡¡¡A nuestros pacientes le encantan sus productos!!! ¡Ideales para recién nacidos con dermatitis seborreica!
Happy Cappy es una línea de productos que cumple con lo prometido. Es seguro, suave y eficaz. He recomendado todos los productos a pacientes, familiares y amigos con excelentes resultados. Estoy emocionado de que el Dr. Eddie haya añadido recientemente una crema hidratante a la línea y espero con ansias más productos de Happy Cappy.
Sus productos han sido excelentes para mis pacientes pediátricos.
He tenido buenos resultados para la seborrea con el uso de Happy Cappy.
Como pediatra, sabía de algunas opciones para tratar la costra láctea de mi recién nacido, pero estaba emocionado después de decidir probar Happy Cappy. Noté cambios de la noche a la mañana – ¡con algunas mejoras a partir del día siguiente! Mejoró completamente con unas dos semanas de uso. No presentó efectos secundarios. ¡Definitivamente lo usaré nuevamente si reaparece la costra láctea! ¡Gracias, Dr. Eddie!